Una cuestión que a menudo se discute entre los afectados es qué médicos y especialistas pueden atenderlos. Dado el conocimiento científico disponible, los médicos deberían conocer realmente el cuadro clínico específico. Pero ahí es exactamente donde reside el problema. La mayoría de los médicos no se consideran científicos. Según sus propias declaraciones, no crean ningún conocimiento. Sólo aplican lo aprendido durante su formación. Rara vez se tienen en cuenta los nuevos conocimientos científicos, en particular sobre los efectos nocivos de drogas raras o que aún no han sido objeto de investigaciones en profundidad. Como paciente, eres el patito feo. El evento relacionado con la droga es raro pero tiene consecuencias extremas, no sólo para la persona afectada.
Ignorar y negar los efectos adversos inducidos por la FQ por parte de los médicos puede tener consecuencias fatales para los afectados. A menudo se toman medidas incorrectas, lo que puede provocar un empeoramiento significativo de los síntomas. Esto incluye prescribir cortisona o recomendar actividad física en lugar de inmovilizar los tendones y articulaciones afectados.
Los procesos desencadenados por FQ son muy complejos y difusos. Tienen lugar principalmente a nivel celular, enzimático y epigenético. No son fáciles de diagnosticar y mucho más difíciles de tratar. Es aún más importante trabajar con equipos interdisciplinarios para los pacientes, teniendo en cuenta las opciones diagnósticas y terapéuticas actualmente conocidas. Los pacientes no son estúpidos y son capaces de comprender lo que sucede en su cuerpo. Y también son capaces de comprender textos científicos sobre FQAD y extraer de ellos posibles terapias. Pero dependen de los médicos como socios.
Conclusión: Hoy en día no existen especialistas o disciplinas que aborden específicamente el cuadro clínico de los efectos adversos graves de las fluoroquinolonas. En última instancia, se trata de encontrar médicos que estén preparados para afrontar la complejidad de la FQAD y adquirir los conocimientos adecuados. En el mundo empresarial, esto es lo que llamamos "pensar fuera de la caja".
Puntos de contacto recomendados
El Dr. Stefan Pieper de Konstanz (Alemania) tiene muchos años de experiencia en el tratamiento de pacientes con síntomas causados por fluoroquinolonas. Es autor del libro Discapacidad asociada a fluoroquinolonas FQAD: patogénesis, diagnóstico, terapia y criterios de diagnóstico.
En el sitio web de FQAD Consulting, un grupo de personas experimentadas y calificadas pueden asesorar sobre reacciones adversas graves a las fluoroquinolonas. Pueden intercambiar ideas y coordinar las mejores opciones de tratamiento posibles con el paciente, asesorar a los afectados sobre posibles diagnósticos y terapias y derivarlos a médicos, terapeutas y abogados competentes. Se hacen cargo de estos pacientes para encontrar y evaluar las mejores soluciones para que el paciente pueda concentrarse completamente en sí mismo y en su recuperación.
Evaluación de la adecuación de diferentes disciplinas médicas respecto a los efectos adversos de las fluoroquinolonas
Las siguientes descripciones sobre la idoneidad de diversas disciplinas médicas para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades y dolencias inducidas por FQ son subjetivas y se basan en la experiencia de muchos pacientes:
- Medicina interna: en el sistema médico francés, los especialistas en medicina interna deben estar en primera línea para diagnosticar los efectos adversos graves de los antibióticos fluoroquinolonas. Si sufre efectos secundarios difusos y complejos tras la toma de un antibiótico de la familia de las fluoroquinolonas, no dude en pedirle a su médico de cabecera que le derive a un especialista en medicina interna. Están perfectamente equipados y son competentes para realizar los exámenes necesarios para establecer un diagnóstico. También puede solicitar asesoramiento a su centro de farmacovigilancia poniéndose en contacto con ellos. Son los especialistas en toxicidad de medicamentos. También están ahí para desempeñar este papel de orientación y asistencia diagnóstica.
- Reumatología: Desafortunadamente, la mayoría de los reumatólogos resultan de poca ayuda según la experiencia de muchos pacientes. Se centran en el tratamiento de enfermedades inflamatorias detectables que pueden diagnosticarse basándose en marcadores simples. Otros cuadros clínicos no inflamatorios no pueden tratarse y por tanto son inexistentes para ellos. La falta de conocimiento y la desgana a menudo se tratan erróneamente con cortisona y AINE. Con graves consecuencias para el paciente. Aunque el cuadro clínico de la FQAD debería entrar en el ámbito de intervención de los reumatólogos, éstos muchas veces niegan la responsabilidad e incluso el vínculo entre causa y efecto.
- Ortopedia: A más tardar, en caso de rotura de tendones o daños graves en el cartílago, no hay forma de evitar al ortopedista. El cirujano ortopédico suele tener mala reputación porque no está interesado en la causa de una rotura. Sin embargo, la experiencia demuestra que los ortopedistas, que tienen experiencia en el tratamiento quirúrgico de tendones dañados por FQ, son muy críticos a este respecto. Debido a que el tejido del tendón dañado por las FQ difiere fundamentalmente del tejido sano en estructura y elasticidad, esto afecta la reparabilidad de un tendón. Como resultado, los tendones frecuentemente dañados por la FQ ya no pueden ser operados.
- Inmunología/Dermatología: Las lesiones y cambios cutáneos repentinos suelen ser los únicos hallazgos objetivamente perceptibles en la enfermedad inducida por FQ. Estos pueden tener diferentes formas. Las formas más comunes incluyen: petequias (sangrado del tamaño de un alfiler), pústulas, inflamación de la piel y eczema. En la mayoría de los casos, las dermatosis no pueden atribuirse a una enfermedad subyacente como la diabetes. Las enfermedades de la piel a menudo ocurren simultáneamente con dolores de tendones y nervios. Estos cambios cutáneos se encuentran a menudo en los tejidos cutáneos que rodean los tendones afectados. Por lo tanto, se puede suponer que en muchos casos se trata de una reacción secundaria a consecuencia de vasculitis inducida por FQ o microlesiones en el tejido del tendón. Tampoco se pueden excluir reacciones autoinmunes. Si es posible, se debe consultar a un inmunólogo o dermatólogo si estas reacciones cutáneas ocurren repetidamente. También es importante contar con documentación clara, visual y escrita de los resultados.
- Neurología: Aunque muchos estudios, incluida la FDA, han indicado el riesgo de trastornos neuropáticos y daño nervioso grave desde agosto de 2013, la mayoría de los neurólogos ignoran y niegan este hecho. Dado que el daño nervioso inducido por FQ, a diferencia de las enfermedades autoinmunes, es una lesión neurológica no inflamatoria, es difícil demostrarlo. Los marcadores y pruebas estándar utilizados en neurología a menudo no muestran resultados (por ejemplo, aspiración de médula ósea). No es raro que surjan diagnósticos embarazosos como esclerosis múltiple (EM) o fibromialgia debido a la coincidencia de síntomas. Sólo en casos aislados se puede determinar el daño a los nervios mediante una biopsia de piel. Por lo tanto, consultar a un neurólogo sólo tiene sentido para excluir otras enfermedades neurológicas.
- Farmacocinética: esta disciplina se ocupa de la cuestión de cómo el cuerpo procesa medicamentos y toxinas en función de factores genéticos individuales. Está médicamente comprobado que las fluoroquinolonas pueden tener un efecto inhibidor sobre el metabolismo y por tanto sobre la conversión y degradación de los fármacos. Los últimos hallazgos incluso sugieren que las fluoroquinolonas pueden tener un efecto duradero sobre la capacidad del cuerpo para descomponer y excretar toxinas. Esta podría ser la causa de diversas hipersensibilidades e intolerancias que padecen las personas que toman fluoroquinolonas. Ha habido mucho debate sobre si una limitación determinada genéticamente en la capacidad de metabolizar medicamentos (CYP450) sería la razón de una mayor susceptibilidad a los efectos adversos relacionados con la FQ. Hasta ahora se suponía que las fluoroquinolonas se secretaban sin cambios en la orina a través de los riñones. Por tanto, una capacidad metabólica limitada no tendría ninguna influencia. Por lo tanto, la susceptibilidad a las enfermedades inducidas por la FQ debe tener otras causas determinadas genéticamente. Independientemente de esta conclusión, se recomienda una aclaración farmacocinética directamente por parte de un especialista en medicina personalizada o mediante pruebas de ADN vendidas por proveedores conocidos en Internet.
- Oftalmólogo: Se recomienda la consulta con un oftalmólogo para personas que padecen problemas visuales. El daño a la retina causado por las fluoroquinolonas ha sido confirmado científicamente y también está incluido en el prospecto. Los desprendimientos y desgarros de retina son el resultado de la destrucción de las fibras de colágeno vítreo. Si se confirma daño a la retina después del tratamiento con FQ, los oftalmólogos deben anotarlo en el informe del médico.
- Cardiología: Los cardiólogos también son generalmente conscientes de la peligrosidad de la FQ en relación con las enfermedades cardiovasculares. Las FQ pueden prolongar el intervalo QT en el ECG y desencadenar arritmias ventriculares.
- Medicina alternativa y ambiental: Básicamente, no hay nada que decir en contra de los tratamientos y terapias alternativas, siempre que estén libres de efectos adversos. Los tratamientos alternativos pueden aliviar los síntomas y promover los procesos de curación del cuerpo. Sin embargo, no existe una cura milagrosa ni una terapia holística para el cuadro clínico de FQAD. Aunque muchos naturópatas, curanderos naturales y médicos alternativos quieran sugerirlo a la víctima. Al contrario: muchos tratamientos y remedios alternativos pueden empeorar los síntomas. Esto incluye drenajes, terapias sanguíneas, diversas terapias intravenosas, así como intervenciones físicas profundas como las que se utilizan en el campo de la osteopatía. También se debe tener precaución con las terapias con células madre que son ampliamente compartidas en los Estados Unidos. Muchos pacientes han tenido muy malas experiencias con las terapias con células madre y su progreso de curación se ha visto gravemente afectado o retrasado. El mismo principio se aplica a los médicos alternativos que a los médicos convencionales. Cualquiera que no comprenda o conozca los mecanismos de acción y los efectos adversos de los FQ no podrá tratarlos adecuadamente. La medicina ortomolecular o ambiental puede resultar útil a la hora de comprobar la capacidad de desintoxicación del organismo basándose en factores enzimáticos.
Nota: Agradecemos a nuestros amigos de la asociación suiza de fluoroquinolonas AREEDF que escribieron este artículo e hicieron un gran trabajo de documentación sobre las fluoroquinolonas: www.fluoroquinolones.info